La muerte sigue siendo un tabú en nuestras sociedades, y los funerales representan un momento excepcional donde se revela toda la hipocresía que rodea esta ceremonia para los allegados del difunto. Especialmente cuando la herencia que deja es considerable y problemática…
El hospital era casi perfecto… El crimen también. Una comedia policial con tintes de humor negro.
Rafael acaba de heredar de una anciana tía, cuya existencia desconocía, un magnífico piso en los elegantes barrios de Madrid. Acaba de recorrer la propiedad con su compañera Clara, y ya están haciendo planes para su futura mudanza. Pero los secretos de familia son como los cadáveres, siempre terminan saliendo a la superficie...
Federico, un pintor sin dinero, rechaza por amor propio el dinero sucio que le deja su padre tras su desaparición. Pero al rechazar con orgullo esta herencia que le deja un padre que lo abandonó cuando tenía cinco años, entra en conflicto con su pareja y con su hermana, menos escrupulosas sobre el origen de esa fortuna inesperada, que ambas tienen buenas razones para no dejar escapar. ¿Quién es realmente ese hombre que les ofrece diez millones a cambio de una simple firma y cuál es el origen exacto de esos fondos? Cada uno tiene su propia verdad…
Adán organizó una pequeña recepción para honrar las cenizas de su abuelo recientemente fallecido. Pero debido a un error de la Funeraria, su propio nombre figura en la tarjeta de condolencias...
La cremación de Jesús está prevista a las 15:35 en punto. Algunos parientes asisten a la ceremonia, pocos, porque el querido desaparecido no solo deja buenos recuerdos. Pero un autor, esto es un dicho, sigue viviendo a través de sus obras. ¿Y si este funeral resulta ser su mejor comedia?
Cuando dos candidatos a las elecciones, deben incinerar sus respectivas parejas el mismo día del escrutinio, se corre el riesgo de pucherazo en las urnas, sobre todo cuando el director de las pompas fúnebres ha contratado a una ayudante algo incontrolable.