Como pretexto para la comedia, el viaje es, ante todo, una confrontación humorística con la alteridad: el otro, el extranjero, lo exótico. Los hábitos de cada uno se ponen a prueba cuando se trasladan a un entorno inusual, desconocido y, por tanto, potencialmente inquietante. Esta confrontación sirve principalmente para resaltar los ridículos de nuestras propias manías y prejuicios.
De esta confrontación con el otro surge también, con frecuencia, un conflicto entre los propios viajeros, quienes, con los recursos disponibles, deben enfrentarse juntos, aunque cada uno con sus propios defectos, a una situación extraordinaria y a problemas inesperados.
La vida es un crucero… que tarde o temprano termina en naufragio. Una comedia de teatro para un hombre y una mujer.
Los Turistas de Jean-Pierre Martinez Dos turistas llegan a la villa que han alquilado para las vacaciones en un país del Magreb, …